¿Estás buscando protección divina y no sabes cómo conseguirla?
Llegaste al sitio que necesitabas. Te queremos decir que entre las diversas representaciones del Sagrado Corazón de Jesús, una se destaca por la milagrosa circunstancia en que se volvió célebre a los ojos del mundo católico. Se trata del «¡Detente!», un pedazo de paño donde donde se pinta o borda la figura del Corazón divino revelado a Santa Margarita María, teniendo como molde la frase: «¡Detente!¡El Corazón de Jesús está conmigo!
A continuación nos unimos contigo en oración para acompañarte mientras pides la protección especial y divina que viene del Corazón de Jesús.
Luego el mismo Pio IX dictó la siguiente oración:
Ábreme oh buen Jesús,
las puertas de tu Sagrado Corazón,
úneme a Él para siempre.
Que todas las respiraciones y
palpitaciones de mi pobre corazón aún
cuando esté durmiendo, te sirvan de
testimonio de mi amor y te digan sin
cesar: Señor, te amo.
Recibe el poco bien que yo hago,
y dame tu santa gracia para reparar
todo el mal que he hecho.
Para que te ame en el tiempo y te alabe
por toda la eternidad, Amén.
Sagrado Corazón de Jesús,
en Ti confío.
Sagrado Corazón de Jesús,
en Ti confío.
Sagrado Corazón de Jesús,
en Ti confío.
Promesa del Corazón de Jesús para la comunión reparadora de los primeros viernes
«…Te prometo, en la excesiva misericordia de mi corazón, que mi amor omnipotente concederá a todos los que comulguen el primer viernes de nueve meses seguidos, la gracia de la penitencia final: no morirán en mi desgracia y sin recibir los Sacramentos, volviéndose mi divino Corazón su asilo seguro en el último momento…»
Historia del Sagrado Corazón de Jesús ¡DETENTE!.
El origen de ese objeto piadoso se remonta a un caso de protección sobrenatural en que se vio favorecido un joven romano que se alistara como zuavo pontificio para defender al Papado en las guerras de unificación italiana del siglo XIX. Antes de partir, su madre le colgó al cuello un pedazo de paño en que ella había bordado el Sagrado Corazón de Jesús con la cruz, la corona de espinas y las llamas, de la misma forma en que fuera visto en éxtasis por la vidente de Paray-Montial.
Armado con ese singular escudo que le forjara el afecto materno, el joven combatiente se lanzó con denuedo y coraje en reñidas y sangrientas batallas. Durante uno de esos enfrentamientos , cuando las balas adversarias hacían gran estrago en las filas pontificias, una de ellas alcanzó de lleno el pecho del heroico joven, quedando clavada en la estampa del Corazón de Jesús suspendida en su cuello.
Al tomar conocimiento de ese hecho, el Papa Pío IX concedió una bendición especial a todos los escapularios elaborados según el modelo hecho por aquella cariñosa madre cristiana.
Te invito a que lleves el detente que significa: ¡«Detente»! Satanás, tentación, pasión, peligro, enemistad, tristeza, penas, infierno, que el Corazón de Jesús, mi Dios, mi Redentor, mi amor, mi esperanza, mi todo, está conmigo.
Esta oración realizada con fe y amor es un escudo contra el mal.