Este salmo es un himno poético y reconfortante, de PROTECCIÓN DIVINA. Estamos llamados a confiar en la fidelidad del Señor en todo momento, a reconocer su poder y su cuidado constante. Te invitamos a encontrar refugio en la presencia de Dios, a confiar en su amor y fidelidad.
1 Tú que vives al amparo del Altísimo
y resides a la sombra del Todopoderoso,
2 di al Señor: «Mi refugio y mi baluarte,
mi Dios, en quien confío».
3 Él te librará de la red del cazador
y de la peste perniciosa;
4 te cubrirá con sus plumas,
y hallarás un refugio bajo sus alas.
5 No temerás los terrores de la noche,
ni la flecha que vuela de día,
6 ni la peste que acecha en las tinieblas,
ni la plaga que devasta a pleno sol.
7 Aunque caigan mil a tu izquierda
y diez mil a tu derecha,
tú no serás alcanzado:
4c su brazo es escudo y coraza.
8 Con sólo dirigir una mirada,
verás el castigo de los malos,
9 porque hiciste del Señor tu refugio
y pusiste como defensa al Altísimo.
10 No te alcanzará ningún mal,
ninguna plaga se acercará a tu carpa,
11 porque él te encomendó a sus ángeles
para que te cuiden en todos tus caminos.
12 Ellos te llevarán en sus manos
para que no tropieces contra ninguna piedra;
13 caminarás sobre leones y víboras,
pisotearás cachorros de león y serpientes.
Oráculo del Señor
14 «Él se entregó a mí,
por eso, yo lo libraré;
lo protegeré, porque conoce mi Nombre;
15 me invocará, y yo le responderé.
Estaré con él en el peligro,
lo defenderé y lo glorificaré;
16 le haré gozar de una larga vida
y le haré ver mi salvación».