Las oraciones católicas de los padres a los hijos son un poderoso medio para encomendar a nuestros seres queridos a la protección, salud y paz que solo el Señor puede otorgar. En un mundo lleno de desafíos y adversidades, buscamos elevar nuestras súplicas al Todopoderoso, pidiendo que derrame sus bendiciones sobre aquellos que más amamos. Con humildad y fe, nos acercamos al Altísimo, confiando en que su divina gracia guiará los pasos de nuestros hijos, protegiéndolos de todo mal y conduciéndolos hacia un camino de luz y amor. En esta comunión con Dios, encontramos consuelo y fortaleza, y depositamos nuestras esperanzas en el poder inmenso de sus manos misericordiosas.
Oraciones de Amor y Protección: Padres que Encomiendan a sus Hijos al Señor
En el Nombre de Dios Padre, Dios Hijo, Dios Espíritu Santo,
sello y protejo,
con el Poder de la Sangre, de Jesucristo el Señor, a: (nombre de los hijos),
y le pido a Dios Padre Todopoderoso
envíe a la Virgen Santísima y su esposo san José,
a sus Ángeles, Arcángeles y Santos del Cielo
para que los guarden, custodien y alejen
de todo mal, de toda necesidad y toda adversidad,
para que los asistan y guíen en sus caminos
y no permitan que reciban mal alguno.
Los sello y los protejo,
con el Poder de la Sangre Preciosísima,
de Jesucristo nuestro Señor,
de todo accidente, de todo peligro y catástrofe natural.
Los sello con el Poder de Preciosa Sangre de Jesús,
que está realmente presente en la Sagrada Eucaristía,
de toda enfermedad, dolor y padecimiento físico.
Los sello y protejo con el poder de la Sangre Salvadora
que derramó Jesucristo para nuestra redención
de todo enemigo del cuerpo y del alma
de toda persona, hechos o acontecimientos
a través de los cuales el enemigo quiera hacerlos daño.
Oh mi Señor Jesús, por tu Sangre
derramada valiente y generosamente en la Santa Cruz,
te ruego limpies y purifiques a mis hijos (nombrarlos)
selles su alma cuerpo y espíritu, su mente, corazón y vida
para que ganen todas las batallas contra el mal,
te ruego les des fuerza, salud, defensa y auxilio
en todo momento y sobre todo en cualquier mala situación.
Te pido buen Jesús, por los méritos de tu Sangre
no permitas pasen por necesidades,
provéelos de todo lo material y espiritual
que precisen para vivir dignamente y sin preocupaciones;
aléjalos de toda mala influencia
y de todo aquello que les pueda perjudicar,
rodéalos de amigos provechosos, nobles, honestos y leales
y de personas que les sepan educar y dar buenos consejos,
y a nosotros, danos sabiduría, danos los medios,
para ser los buenos padres que debemos ser,
y ayúdanos a ser comprensivos con ellos.
Cristo Jesús, Cordero de Dios,
que nos has salvado con tu Sangre,
¡te alabamos!, ¡te bendecimos!, ¡te adoramos!,
¡te damos gracias rendidas!,
y te pedimos la salvación
de todos los que nos hemos lavado en tu Sangre Sagrada,
en especial la de mis hijos: (nombrarlos).
¡Oh Sangre que nos das la paz con Dios
y nos concedes misericordia y perdón!,
te pido no dejes de preservar a mis hijos de todo mal,
que tu Sangre los haga invisibles y cubra
y los auxilie y conforte en sus problemas:
(pedir con esperanza y fe lo que se desea conseguir).
Señor Jesucristo ¡derrama tus Bendiciones sobre mis hijos!
Que tu Sangre Señor Jesucristo, fluya por sus venas,
y, mi amadísimo Señor Cristo Jesús,
¡escóndelos en el Corazón Inmaculado,
de la Santísima Virgen María!
Bendito y alabado seas por siempre Señor.
¡Oh Dios!, que nos pides el amor de nuestro corazón,
concede a mis hijos la gracia de vivir siempre en el amor a Jesús
y obtener por su Sangre su salvación eterna;
nosotros depositamos en tus divinas manos,
a nuestros hijos (nombrarlos),
y te agradecemos por amarlos más de lo que nosotros los amamos,
y sabemos y confiamos les darás un futuro
lleno de esperanza, amor, paz, progreso y bienestar.
En el Nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo,
y por Jesucristo nuestro hermano y Señor.
Amén.