La oración del Ángel de la Guarda es una plegaria profundamente reconfortante y protectora en la tradición cristiana. Desde nuestra más tierna infancia, hemos aprendido a recitar esta hermosa oración como un símbolo de la presencia amorosa de nuestro ángel protector que vela por nosotros día y noche. El Ángel de la Guarda es ese fiel compañero que Dios nos ha concedido, un mensajero celestial que nos protege, guía y consuela en nuestro caminar por la vida. En cada palabra de esta plegaria, reconocemos la cercanía de esta presencia divina y abrimos nuestros corazones a su amor incondicional. Únete a nosotros ahora en esta oración llena de gratitud y devoción, mientras elevamos nuestras voces al cielo para invocar la protección y el cuidado de nuestro Ángel de la Guarda. Que esta plegaria nos recuerde la importancia de mantenernos siempre conectados con lo divino y permitir que nuestro ángel nos acompañe en cada paso de nuestro viaje espiritual.
Oración del ángel de la guarda
Ángel del Señor, que eres mi custodio,
puesto que la Providencia Soberana me encomendó a ti,
ilumíname, guárdame, rígeme y gobiérname en este día.
Amén.
Oración para rezar al ángel de la guarda
Ángel de mi guarda, mi dulce compañía,
no me desampares, ni de noche ni de día,
hasta que me entregues en los brazos de Jesús, José y María.
Con tus alas me persigno y me abrazo de la cruz,
y en mi corazón me llevo al dulcísimo Jesús.
Con Dios me acuesto, con Dios me levanto,
con la Virgen María y el Espíritu Santo.
Amén.
el Catecismo católico afirma que cada persona tiene un ángel de la guarda.
“Nadie podrá negar que cada fiel tiene a su lado un ángel como protector y pastor para conducir su vida (San Basilio Magno, Adversus Eunomium, 3, 1: PG 29, 656B). Desde esta tierra, la vida cristiana participa, por la fe, en la sociedad bienaventurada de los ángeles y de los hombres, unidos en Dios”, señala.