Evangelio de San Juan 12, 24-26:
En verdad, en verdad os digo: si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda él solo; pero si muere, da mucho fruto.
El que ama su vida, la pierde; y el que odia su vida en este mundo, la guardará para una vida eterna.
Si alguno me sirve, que me siga, y donde yo esté, allí estará también mi servidor. Si alguno me sirve, el Padre le honrará.
Palabra del Señor
Reflexión por el Padre Gonzalo Gómez / sacerdote eudista CJM
El pasaje del evangelio de Juan al cual hoy hacemos referencia, hace parte de la respuesta que Jesús ofrece ante la inquietud de algunos miembros de la comunidad griega, que se encontraban en Jerusalén con motivo de la fiesta de la pascua y expresaban su deseo por ver al Señor.
Su explicación empieza con el ejemplo del grano de trigo que tiene que morir para mostrar a partir del dinamismo interno de la semilla la novedad de la vida; que debe pasar por la experiencia metafórica de la muerte, que se expresa en soledad, egoísmo y pecado, para poder dar fruto generoso y necesario para toda la humanidad como la espiga en la mesa.
Después recurre a la experiencia del servicio, «el que quiere servirme que me siga», para dar a entender que la comunidad se acrecienta y vivifica a partir de la colaboración en favor de todos aquellos que la integran y así se muestra el rostro del Padre Misericordioso ante todos los hombres.
Que este día de hoy esta sea la palabra que le dé sentido y motivo a todo lo que desarrollemos a lo largo del día.
Soy el padre Gonzalo Gómez bendición para todos.